Si estás buscando un dietista online que te ayude con la dieta paleolítica esta es tu web. La dieta paleo intenta simular la ingesta que tenían nuestros antepasados antes de la aparición de la agricultura. Se basa en comer predominantemente carne, pescado, vegetales, fruta y semillas, eliminando los cereales, los alimentos lácteos, las legumbres, la sal, el azúcar y los alimentos procesados.
En cuanto a macronutrientes la dieta paleo presentaría la siguiente distribución:
Hidratos de Carbono | Proteínas | Grasas | |
Dieta Mediterránea | 50-60% | 10-15% | 30-35% |
Dieta Paleo | 35-45% | 19-35% | Sin especificar |
Nuestros antepasados, justamente por qué eran cazadores-recolectores, se movían mucho, andaban decenas de kilómetros cada día para buscar y encontrar comida y agua, y lo hacían en ayunas. Además, comían gran variedad de bayas, frutos secos, fruta además de todo lo que podían cazar. Por supuesto, pasaban hambre y sed, así como frío y calor.
Los estímulos que recibían eran muy diferentes de los nuestros. Dormían de noche y es despertaban con la luz, vivían al aire libre, pisaban tierra y hierba, respiraban aire puro, no conocían el sobrepeso ni la abundancia. Vivían en comunidades no muy numerosas. El estrés que vivían era agudo (por qué les
perseguía un depredador, por ejemplo) y no crónico y continuo como el que sufrimos nosotros.
Se calcula que comían desde 600 a 3000 alimentos diferentes mientras que nosotros vivimos un embudo alimentario en el que hay personas que comen siempre lo mismo. Si comes yogur, quesos o bebes leche, siempre estás comiendo el mismo tipo de alimento. La variedad de alimentos garantiza la variedad de bacterias y demás seres de nuestro ecosistema intestinal (microbiota).
¿Qué pasa con algunos de alimentos excluidos?
Las legumbres:
se eliminan esencialmente por su contenido en lectinas, aunque hay que considerar que estas se reducen drásticamente con el remojo, la germinación y la cocción. Además, la exclusión de las legumbres de la dieta implica menores aportaciones de fibra, algunas vitaminas y minerales.
Los cereales
también se eliminan por sus factores anti-nutritivos y por qué elevan la insulina. Dicho esto, se podrían comer cereales (como el arroz basmati de origen español) o pseudocereales (como el trigo sarraceno o la quinoa), pero rotándolos con otros alimentos sin que sean la base de nuestra alimentación. Y, por supuesto, siempre que no te sienten mal.
Lo que sí es conveniente reducir o eliminar es el trigo dados sus efectos en el organismo.
Los lácteos: se deberían eliminar principalmente los derivados de la leche de la vaca frisona dado su carácter proinflamatorio y al no ser un alimento indispensable. Además, una reducción drástica de su consumo sería deseable desde un punto de vista ecológico y de explotación animal.
¿Qué pasa con algunos alimentos
incluidos?
La carne: la carne actual presenta una composición diferente a la que comían nuestros ancestros, puesto que esta depende del alimento ingerido por el animal y de cómo viva el animal: no se puede comparar la composición de la carne de un animal salvaje que sigue su dieta natural y se mueve, a un animal estabulado,
confinado y hormonado, que se alimenta a base de piensos de dudosa calidad. Lo que sí se conoce es que la carne de hoy en día presenta ratios elevados de omega 6 (sustancia pro-inflamatoria) respecto a una carne salvaje. Además, hoy prácticamente se come solo músculo, mientras que antaño se comían también
órganos, tuétanos, etc. por lo que la propia dieta carnívora presentaba unos nutrientes distintos a la actual.
El pescado y marisco: el de entonces no presentaba los metales pesados y las sustancias plásticas
contenidas hoy.
Además de considerar el aspecto cualitativo del alimento, también es necesario valorar que la industria cárnica y la pesquera presentan un elevado impacto ambiental e implican la muerte masiva de millones de animales cada año
, de ahí que se podría optar por un estilo de vida más paleolítico que es, en definitiva, más natural, sin caer en una dieta basada en alimentos animales cuya sostenibilidad a largo plazo es bastante discutible.
Pero hay muchas personas que se acercan a la dieta paleo solo para adelgazar. De acuerdo con la evidencia disponible a día de hoy (1) la dieta paleo hace perder peso más rápidamente e implica menos hambre, aunque las observaciones a los 2 años no aportan diferencias entre esta dieta, la mediterránea o la de diabéticos. Los mismos resultados se obtienen comparando el perímetro de la cintura de las personas a dieta.
Aunque se podría esperar lo contrario, los seguidores de la dieta paleo no presentan un colesterol LDL (malo) superior, ni mayor tensión o inflamación (medida con proteína C Reactiva). En cuanto a las aportaciones, esta dieta implica un mayor contenido de omega 3, pero un menor contenido de calcio, hierro, vitamina D y fibra (2).
Fuentes consultadas:
1.- Dietitian of Canada. The popular Paleo Diet. PEN: the global resource for nutrition practice. Canada. 2011. Consultado el 28 de enero de 2018. Disponible para suscriptores en: http://www.pennutrition.com/resourcestools.aspx?trcatid=496&trid=22942&sr=paleo%2cdiet%2cdieted%2cdieting%2cdiets
2.- Metzgar M, Rideout TC, Fontes-Villabla M, Kuipers RS. The feasibility of a Paleolithic diet for low-income consumers. Nutr. Res. 2011 Jun; 31(6). Pag 444-51. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21745626