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Los animales de granja

LA CIFRA: en España se sacrifican más de 1.000 millones de animales al año. Y esto solo en los mataderos. Concretamente en 2021 fueron 1.340.313.198 animales: 1.175 millones de aves, 75,8 millones de cerdos, 57,8 millones de conejo, 3,7 millones de vacas, 14,5 millones de ovejas, 1,7 millón de cabras y 49.989 caballos, según los datos publicados por el Ministerio de agricultura y pesca, alimentación y medioambiente (1).  A estos números hay que añadir unos 43 millones de gallinas ponedoras, los 30 millones de pollitos triturados en su primer día de vida y casi un millón de vacas lecheras, más las toneladas de peces (estos no son contabilizados como seres, si no por su peso), más los animales de la industria peletera que, todo sea dicho, son despellejados vivos en muchos países extra europeos de los cuales importamos las pieles (2). 

La legislación europea presta especial atención al bienestar animal y legisla sobre la calidad del pienso, el estado de las instalaciones, el aturdimiento antes del sacrificio, etc. Aún así, los tiempos de crecimiento exigidos y las prácticas fraudulentas hacen de las granjas de cría intensiva lugares en los que los animales reciben un trato poco ético. Tampoco pensemos que con el aturdimiento el animal no sea consciente de lo que está sucediendo. No están anestesiados, solo aturdidos. A los cerdos se les hace entrar en una cámara con bajo nivel de oxígeno lo que les marea pero son capaces de seguir andando hacia el despiece. Los pollos son colgados por las patas y electrocutados para que pierdan las plumas al mismo tiempo que mueren. Unos mueren antes y otros después y así un penoso etcétera. Aquí se reportan algunos ejemplos:

Los huevos:

El primer número impreso en la cáscara del huevo (que va de 0 a 3) nos indica el modo de cría de la gallina dentro de la Comunidad Europea. En los huevos de código 3, la gallina permanece enjaulada en grupos de 4 o 5 teniendo cada una un espacio menor que  lo que representa un folio A4, y no pudiendo ni siquiera abrir las alas. Estas gallinas sufren un estrés elevado con la consiguiente bajada de defensas, lo que obliga a la continua suministración de antibiótico. Se arrancan las plumas a sí mismas,  unas con otras y de pequeñas se les corta el pico para que no puedan automutilarse. Están sometidas a un ritmo de luz de 24 horas para evitar que duerman y así producir más. Además, se les administra hormonas para que en vez de poner un huevo al día, acaben poniendo 3 huevos  diarios (como si una mujer tuviese 3 ciclos menstruales al mes).

Las de código 2, son parecidas en lo que respecta a la suministración automática de hormonas y antibióticos la única diferencia es que cuentan con  algo más de espacio, aunque las únicas aceptables desde este punto de vista son las de código 0, definidas como huevo ecológico. Incluso la SENC en sus recomendaciones nutricionales de diciembre de 2016 (2), indica priorizar las ecológicas ‘no solo por su posible diferenciación nutricional u organoléptica, sino también por la contribución a humanizar en mayor grado la cadena productiva alimentaria’.

Cuando se crían las especies ponedoras, los pollitos machos acaban siendo triturados vivos  para producir piensos para mascotas , o gaseados o sofocados en bolsas de plásticos a las pocas horas de haber nacido. Esto se debe a que las especies ponedoras no admiten los ritmos de crecimiento de la especie Broiler que es la utilizada para producción de carne de pollo. Recientemente en EEUU, la mayor empresa productora de huevos, la United Egg Producers, se ha comprometido a utilizar, a partir de 2020,  una nueva tecnología desarrollada en Alemania, capaz de identificar el sexo del pollo aún en el huevo, cuando aún es embrión.

Estos huevos, por lo tanto, nunca serán incubadosy elpollito macho nunca llegará a nacer para ser triturado brutalmente. En EEUU cada año se trituran más de 200 millones de pollitos macho, en España la cifra ronda los 30 millones.

La carne:

Da igual que nos refiramos a aves, cerdos o vacas, el principal problema está en el ritmo de crecimiento al que se somete a estos animales debido a la gran demanda. Lo importante es que el animal crezca rápido y mucho, aunque eso signifique que no pueda moverse, interaccionar con otros animales, etc.

Para hacernos una idea, un pollo llega a tener en 30/40 días las dimensiones que, de forma natural, debería alcanzar en 60 días. El crecimiento deseado es el de la masa muscular. de ahí que se incentive su crecimiento en detrimento de otros tejido. De hecho, ni los órganos ni los huesos están preparados para sustentar dicha masa, lo que les lleva a fracturas de patas y a sufrir problemas respiratorios y cardíacos que no son tratados: un animal de granja enfermo nunca viene curado. En las granjas de pollos, hay siempre un porcentaje de ‘pérdidas’ que son aquellos que no logran sobrevivir a este ritmo de crecimiento, sin contar los muchos que son sacrificados con las patas rotas.

Si los animales sufren una enfermedad infecciosa que puede contagiar a los demás animales o afectar a las personas, lo normal es que toda la partida sea eliminada de manera inmediata.

En definitiva, no son considerados como seres vivos que son, si no como un producto.

El método Halal: hace referencia al método de sacrificio de los animales con un corte profundo en la yugular, tras el cual el animal es desangrado vivo y sin aturdimiento previo. Países europeos como Suiza, Suecia, Noruega, Estonia, Lituania, Islandia, Dinamarca y Austria lo tienen prohibido al considerarlo un método doloroso para el animal. En estos países se practica el método europeo en el que el animal es primero aturdido y luego disparado en la cabeza con una muerte instantánea. En cambio, en España hay un auge de este método al considerar que su carne presenta mejores cualidades organolépticas, además de un ahorro en balas y electricidad del aturdimiento. Los defensores del método Halal sostienen que el animal no sufre si el corte es limpio, aunque -claro- nadie entra en los mataderos para documentar esto. El animal que normalmente es sometido a esta muerte tan atroz es el inocente cordero, el cual es sacrificado a los 21-35 días si es de categoría lechal o a los 4-6 meses si no lo es.

La leche:

Después de pasar por un enorme sufrimiento al ser separada de su becerro con un día de vida, a la vaca se le suministran hormonas y medicamentos de manera sistemática para que produzca más leche. Un ejemplar es rentable durante 2 o 3 lactaciones, pasadas las cuales el rendimiento baja y la vaca es sacrificada.

Estos son algunos ejemplos de cómo son tratados aquellos que no pueden hablar. El consumidor debería informarse sobre las implicaciones de lo que consume y no mirar hacia otro lado, sabiendo que en la cesta de la compra es donde se puede marcar la diferencia.

La crianza ecológica de los animales de granja  les permite vivir de manera más digna, aunque no evita su muerte, ni que sean considerados productos en vez de seres vivos sintientes, aunque es mucho más respetuosa que la crianza industrial.

Fuentes consultadas:

1.- Ministerio de agricultura y pesca, alimentación y medioambiente. Informe anual de indicadores: Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente 2021 [Internet]. España: Ministerio de agricultura y pesca, alimentación y medioambiente. [Consultado 1 febrero 2023]. Disponible en: http://www.mapama.gob.es/es/ministerio/servicios/analisis-y-prospectiva/indicadores_semestre.aspx

2.- Ministerio de agricultura y pesca, alimentación y medioambiente. Encuesta de sacrificio de ganado. Resultados provisionales de la encuesta. Disponible en: https://www.mapa.gob.es/es/estadistica/temas/estadisticas-agrarias/ganaderia/encuestas-sacrificio-ganado/

3.- Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. Guías alimentarias para la población española (SENC, diciembre 2016); la nueva pirámide de la alimentación saludable. Madrid: 2016. Consultado el 23 de enero de 2017. Disponible en: http://www.nutricioncomunitaria.org/es/noticia/guias-alimentarias-senc-2016