Son muy nutritivos y presentan proteínas de alto valor biológico. Las autoridades recomiendan consumir 3 o 4 unidades por semana.
Hay que recalcar que muchos alimentos contienen huevo como ingrediente (bollería, algunos tipos de pasta, etc.) o como aditivo dadas sus características funcionales (emulgente, emulsionante, espumante, etc.) y que el consumo habitual de alimentos con huevo debería contabilizarse en el consumo semanal.
No hay que olvidar que la forma de explotación a las que se someten las gallinas ponedoras es una de las peores que puede haber, sobre todo si nos referimos a los huevos que no sean de código cero. Por ello, si se consumen, hay que priorizar los ecológicos por motivos éticos. La propia SENC (1), sin se una sociedad vegetariana, reconoce la necesidad de priorizar los huevos de código Cero como ‘contribución a humanizar en mayor grado la cadena productiva alimentaria’.
Además, los huevos de código 2 y 3, presentan:
- altas cantidades de antibióticos (indispensables dado el hacinamiento al que son sometidas las gallinas),
- hormonas, necesarias para que una gallina ponga 3 huevos/día en vez de uno, como sería natural
- colorantes
Como alimento es rico en proteínas, vitaminas y grasas. La proteína de la clara es considerada como la mejor y se utiliza como proteína de referencia. Su consumo no incrementa los valores de colesterol en sangre.
Fuentes consultadas:
1.- Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. Guías alimentarias para la población española (SENC, diciembre 2016); la nueva pirámide de la alimentación saludable. Madrid: 2016. Consultado el 23 de enero de 2017. Disponible en: http://www.nutricioncomunitaria.org/es/noticia/guias-alimentarias-senc-2016