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Dieta alcalina

scacchiera

La dieta alcalina serviría a equilibrar un supuesto estado de acidosis metabólica en el que se encontraría la población.

Antes de poder entender lo qué pretende la dieta alcalina, debemos repasar algunos conceptos que te explicará tu dietista online:

a) Un supuesto indispensable para que las reacciones químicas puedan suceder es que haya un potencial de membrana entre los diferentes apartados extracelulares e intracelulares, es decir, una diferencia de concentración de iones (que son moléculas con carga positiva o negativa). Esta diferencia permite que los iones se atraigan o se repelan, originando la situación ideal para la transmisión de la señal nerviosa y para las reacciones químicas. De hecho, cada célula dispone de millones de bombas que, activamente, generan esta diferencia de potencial.

b) Paralelamente hay un ‘potencial de reducción’ que se mide con las concentraciones de hidrogeniones (átomos de hidrógeno con 1 carga positiva) y que conocemos como pH. A más hidrogeniones, más acidez (y menor pH). La concentración adecuada de hidrogeniones en los diferentes apartados extracelulares e intracelulares es indispensable para que las reacciones de óxido-reducción puedan suceder, las cuales son imprescindibles para la vida.

Estos dos conceptos están asociados. Cada compartimento corporal tiene su concentración ideal de iones e hidrogeniones que les permite estar reactivos y tener un funcionamiento óptimo. El organismo no puede permitirse el lujo de sufrir variaciones en su pH.

Por ello, cualquier modificación de estos valores son corregidos inmediata y continuamente a través de 3 mecanismos:

Primero: en la propia célula hay moléculas que se encargan de devolver, de manera automática, a esa célula (o a un compartimento especial de la misma) sus valores reactivos adecuados. Tiempo de reacción: inmediato (y continuo, pues las variaciones son constantes).

Segundo: en el caso de que hubiese un estado generalizado de alcalosis o acidosis, el sistema respiratorio disminuye o acelera el ritmo respiratorio con el fin de producir o neutralizar más hidrogeniones y así disminuir o aumentar el pH. Tiempo de reacción: unas horas.

Tercero: En el caso de que el pulmón no pudiese regularizarlo, intervienen los riñones que, activamente, retienen o eliminan hidrogeniones y con ello restablecen el pH. Tiempo de reacción: unos días.

Un estado de acidosis como tal está generalmente causado por una enfermedad que el organismo no ha podido corregir por los mecanismos arriba mencionados y presenta unos síntomas bastante claros y evidentes. Una persona sana no está ni en alcalosis ni en acidosis, está simplemente donde tiene que estar, es decir, con compartimentos más ácidos y más básicos para se puedan dar las reacciones oportunas que permiten la vida. Además, lo normal es que esté corrigiendo (siempre a través de las 3 vías) cualquier desequilibrio al respecto.

En la dieta alcalina, se suele tomar un limón en ayunas, el cual puede ser beneficiosos por sus vitaminas o fitoquímicos, pero olvidémonos de estar regulando nuestro pH y de estar salvando nuestro metabolismo de un supuesto estado de acidosis. Las células de todos los organismos vivos llevan miles de años regulando su propio pH, pues saben dónde (es decir en qué parte de la célula) y cuándo hacerlo.

Cuando hablamos de alimentos, estamos hablando de dos tipos de pH: uno es el del alimento en sí (por ejemplo, el limón es ácido) y el otro es el de sus cenizas, que son las que influyen en el riñón y en el pH (en este caso el limón es básico). Tenemos alimentos con cenizas básicas (por ejemplo, casi todas las verduras y frutas), ácidas (por ejemplo, las carnes o algunos cereales o algunas legumbres) o neutras (por ejemplo, el arroz y la leche), por lo que si seguimos una dieta alcalina y eliminamos los alimentos con cenizas ácidas, lo que lograríamos sería un desajuste nutricional y activar en el organismo los mecanismos que le hicieran ganar acidez.

Por otra parte, un estado metabólico alcalino es igual de dañino que un estado metabólico ácido, ni tampoco hay evidencias científicas de envergadura que respalden su relación con un mejor estado de salud.